Aún no se decide donde será el derrotero de las fiestas Carnavalescas
El Comité
Técnico por un Carnaval Mejor presentó hoy el análisis técnico que realizó a
solicitud del Alcalde Renán Barrera Concha, en relación con un eventual cambio
de derrotero de las carnestolendas.
Peligro de
introducción de sustancias y artículos peligrosos, riesgo de explosiones,
saturación que dificulta posibles evacuaciones, daños a edificios, daños a
inmuebles, bienes y perjuicios a los vecinos del derrotero, son algunos de los
18 puntos contenidos en las conclusiones.
El análisis
fue elaborado con la participación del personal técnico de las siguientes instancias
y oficinas municipales: Desarrollo Urbano, Policía Municipal, Gobernación,
Servicios Públicos Municipales, Oficialía Mayor, Tesorería Municipal, Comité
Permanente del Carnaval de Mérida y la Unidad de Planeación y Gestión
Estratégica (UPGE).
La
presentación estuvo a cargo del director de la UPGE, Jorge Muñoz González,
quien estuvo acompañado de los directores de la Policía Municipal, Arturo
Romero Escalante; de Gobernación, Lizette Mimenza Herrera; Desarrollo Urbano, Federico
Sauri Molina; Roger Echeverría Calero, Servicios Públicos Municipales; Fernando
Estrada Novelo y
René Flores Ayora, jefes de los departamentos de Protección Civil y de
Transporte.
Muñoz González
definió la estrategia que siguió el Comité para realizar el análisis técnico.
En primer lugar, se adentró en la propuesta que presentaron al Alcalde 17
instituciones, organismos empresariales y patronatos.
El informante
detalló los 18 puntos a los que se llegó: saturación del espacio… lo que
afectaría en una eventual emergencia la evacuación ágil y rápida; acceso no
controlado con el riesgo de la introducción de sustancias u objetos peligrosos;
tomas irregulares de energía eléctrica; instalaciones temporales de gas butano
de los puestos semifijos de alimentos los cuales, a pesar de las inspecciones
que se realizan, no se está exento de accidentes por fuga, con el consiguiente
riesgo para los miles de asistentes; la ciudad queda seccionada durante seis
días, lo que afecta la conectividad vial y la vida cotidiana de las personas;
colapso del sistema de transporte y cambios de paraderos; falta de
estacionamientos suficientes; aumenta el reporte de daños a vehículos de
residentes de la zona, vandalismo y daño a fachadas de predios y mobiliario
urbano.
—Edificios y
esculturas se ven sometidos a deterioro físico. Hay desgaste en los sistemas estructurales,
muros de mampostería, acabados y modificaciones a los edificios, además de que
el intenso y persistente ruido provoca el debilitamiento de los edificios de
mampostería; se alienta el abandono de personas que habitan en el Centro
Histórico y, en particular, de quienes viven cerca del derrotero; es difícil
cumplir con la prestación de los servicios públicos en esa zona; la
infraestructura de la avenida y las calles del derrotero se dañan, en tanto que
la instalación de gradas, sillas, palcos, cerca de alambre, postes, toldos y
vallas, afectan el funcionamiento de la urbe en un lapso de entre 10 y 20 días;
antes del carnaval hay que retirar la jardinería del Paseo de Montejo y después
hay que reforestar ocasionando problemas viales, y la limpieza de calles y
espacios públicos no puede ser de la misma calidad, con las protestas de
vecinos y extrañeza de visitantes.
—Con este
análisis, contribuidos con el Comité Permanente del Carnaval de Mérida. Es
claro que se tendrá que tomar medidas para hacer un festejo todo seguro y
ordenado. En la medida que se logre esto, se realizará un carnaval más
divertido, con espacios de esparcimiento para todos –concluye el análisis a la
que dio lectura Muñoz González.
Se anticipó
que mañana se dará información sobre los sitios que han sido propuestos para el
traslado, en caso dado, del derrotero de las carnestolendas.